Veo mi esposa afanada en tantas labores y solo digo eso le pertenece a ella aun en este encierro mi machismo no cede, por que he de yo ayudar si diariamente me partía el lomo para cumplir con los gastos.
Veo las noticias y me doy cuenta de que mas y mas personas mueren algunas conocidas otras que no conozco pero que se de las que conozco creo que muy poco no llegue a conocerlos bien pues en mi afanada vida no había tiempo para mas. En mis sueños vi el mundo en caos todos corriendo de un lado a otro. Sin saber que hacer y yo sin poder llegar a mi familia lloré, rogué pidiendo una oportunidad mas. Para poder verlos, de pronto se oyó un sonido de estruendo. La guerra había empezado y yo fuera de mi hogar no sabia donde estaban mis familias. Mi miedo se excrementaba y dije que hare. Me incliné a orar y por primera ves reconocí mis pecados y mis errores cuando abrí mis ojos me encontraba en mi casa con mi esposa al lado.
Una ves leí en su palabra que el le dijo algunos de los que le tentaron ensenándoles una moneda donde la cara del cesar estaba inscrita preguntándole ¿Es lícito dar tributo a César, o no? Mas el contesto Entonces les dijo: ¿De quién es esta imagen, y la inscripción? Le dijeron: De César. Y les dijo: Dad, pues, a César lo que es de César, y a Dios lo que es de Dios. Entonces les ruego así como no se deben de olvidar de dar un tiempo de calidad a sus familias también den a Dios lo que es de el y tendremos paz y justicia.
El Arbol Roble